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Parque Nacional Zion, Utah. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

La poderosa práctica del ayuno

El ayuno nos ayuda a centrar nuestra atención en el Señor y a descubrir su voluntad.

5 de septiembre de 2025

Nehemías 1.1-11

El hermano de Nehemías llegó de Judá con malas noticias: los israelitas que vivían en Jerusalén estaban en gran mal y afrenta. Afligido, Nehemías ayunó y oró durante días, y finalmente sintió que debía pedir ayuda al rey de Persia.

El ayuno es una disciplina espiritual que nos ayuda a centrarnos en Dios y a discernir su voluntad. Puede implicar abstenerse de comida u otras actividades, y su duración varía. Pero en todo caso, el propósito es buscar al Señor y conocer su voluntad.

Cuando ayunamos, suceden varias cosas. Primero, el Espíritu Santo nos capacita para dejar de lado los asuntos terrenales. Segundo, nuestro enfoque cambia de nosotros al Señor. Nuestro pensamiento se vuelve más claro, y nuestra capacidad para entender sus planes se agudiza pues no estamos distraídos por otras cosas. Tercero, el Señor nos redarguye y nos ayuda a ver nuestra condición. Luego, al confesar nuestro pecado, somos perdonados y limpiados (Stg 5.16).

Cuando recibimos noticias inesperadas, como Nehemías, podemos sentirnos anímicamente abatidos. Él buscó a Dios con sabiduría mediante el ayuno y la oración. Y nosotros también podemos hacerlo. Pida escuchar con claridad al Señor, quien conoce la mejor manera de resolver cada situación.

BIBLIA EN UN AÑO: EZEQUIEL 29-31

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