¿Alguna vez ha deseado tener una fe más fuerte? La fe es como un músculo, que debe ejercitarse para volverse fuerte.
Como cristianos, debemos confiar en Dios en todo, no solo para la salvación (Pr 3.5, 6). La fe crece con el tiempo y con una confianza cada vez mayor. La fe débil espera que Dios cumpla su palabra; la fe fuerte sabe que Él es fiel para hacerlo.
Elías fue un hombre de gran fe que veía los desafíos como oportunidades para que Dios obrara. Él creía en el poder sobrenatural de Dios. Usted también puede hacerlo. Aunque Dios no haga milagros en todo, sí obra de manera extraordinaria en quienes confían y obedecen.
Quizás piense que no es lo suficientemente bueno para que Dios le use, pero la Biblia muestra muchos ejemplos de personas imperfectas que Dios eligió para servir. Él no busca perfección, sino personas que crean y confíen en Él. Más que solo usar a personas de fe, el Señor las transforma y las renueva para cumplir su propósito (Ro 12.1, 2).
Comience leyendo la Palabra de Dios para entender su voluntad. Cada día es una oportunidad para crecer en la fe. Pídale al Señor que le muestre versículos que se apliquen a su vida. Al seguir su guía, fortalecerá su fe y glorificará a Dios.
BIBLIA EN UN AÑO: JEREMÍAS 37-40
