En este mensaje, el Dr. Stanley enseña que la clave para vivir con gratitud es recordar que Dios siempre está en control. Cuando nos enfocamos en Él y somos agradecidos, nuestros problemas pierden poder y son reemplazados por la paz y la confianza en su provisión.
Bosquejo del Sermón
Es fácil sentir agradecimiento cuando somos bendecidos. Pero ¿nos sentimos de la misma manera cuando enfrentamos algo no tan placentero? En el sermón de hoy, el Dr. Stanley enseña cómo podemos expresar agradecimiento aún en las situaciones más dolorosas.
Pasaje clave: 1 Tesalonicenses 5.12-18
Lecturas de apoyo: Salmo 103.19; 119.105, 130; Romanos 8.28
Es importante comprender que, en ocasiones, Dios nos instruye para que hagamos algo sin decirnos exactamente cómo (Lea 1 Ts 5.12-18).
► “¿Cómo espera Dios que podamos dar gracias en medio del dolor, la decepción, el sufrimiento, la separación, la pérdida y los fracasos?”.
Al buscar dirección en su Palabra (Sal 119.105, 130)…
Aprendemos más acerca de nuestro Padre celestial.
Se nos revela el “por qué” de sus instrucciones.
Somos guiados por el Espíritu Santo.
Dar gracias en todas las cosas…
Dar gracias…
Nos motiva a buscar el propósito de Dios. Podemos decir: “Dios, ¿qué metas tienes para mí que no son de mi agrado?”.
Somete nuestra voluntad a la del Señor. Podemos afirmar: “Dios, deseo lo que Tú quieras, sin importar lo que sea”.
Nos recuerda que dependemos de Dios. Podemos declarar: “Dios, te agradezco porque confío y dependo de Ti”.
Desarrolla confianza. Podemos decir: “Dios, no lo entiendo, pero voy a descansar en Ti”.
Es esencial para regocijarnos en medio del sufrimiento. Podemos afirmar: “Dios, como estoy convencido de que tienes el control de todo, puedo encontrar gozo y paz en esta situación”.
Da más impacto a nuestro testimonio. Podemos declarar: “Dios, que mi agradecimiento en estos momentos te glorifique”.
Desplaza la ansiedad y trae paz. Podemos decir: “Dios, confiar en Ti me da una mejor perspectiva en mis preocupaciones”.
Nos mantiene enfocados en Dios. Podemos afirmar: “Dios, tengo mi mirada puesta en Ti y no en la situación que enfrento”.
Nos da vitalidad. Podemos declarar: “Dios, en medio del agotamiento, encuentro fuerzas en Ti”.
La clave para vivir agradecidos es confiar que Dios tiene todo el control. La Biblia nos dice:
“El Señor estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos” (Sal 103.19)
Como estamos “en Cristo” (1 Ts 5.18), Dios obra todas las cosas para bien (Ro 8.28).
► “Dios el Padre nos da el honor más grande; desea que seamos como su Hijo Jesucristo”.
Cuando demos gracias…
Nuestra fe se volverá inquebrantable.
No guardaremos resentimiento en los conflictos con otros.
Seremos consolados en la tristeza.
Las circunstancias no robarán nuestro contentamiento.
Daremos gracias en todo con sinceridad.
Después de ver el sermón
Dedique unos instantes para mirar a su alrededor y observar aquello por lo que está agradecido. Quizás sea algún objeto, o una persona, o una mascota, o tan sencillo como la tranquilidad que le rodea. Luego, eleve esta oración de acción de gracias: “Gracias Señor, por todo lo que nos has dado. No tenemos palabras para expresar todo lo que has hecho. En el nombre de Jesucristo, amén”. Puede repetir esta acción en otros lugares que también aprecia; ya sean habitaciones en su casa, o su lugar de empleo, o su iglesia, o su lugar favorito, como una cafetería o una biblioteca.
Es normal sentir preocupaciones ante ciertas situaciones. Cada vez que sienta que va a caer en la ansiedad, escriba sus preocupaciones y compártalas con Dios en oración. Luego, doble la hoja de papel tanto como pueda, hasta que sea bien pequeña. Esto es un gran recordatorio de que nada es demasiado grande para nuestro Padre celestial. Por último, arroje ese papel y confíe en que el Señor obrará.