Dios ha prometido estar a su lado y guiarle en cada situación. El Dr. Stanley recurre a 2 Crónicas para examinar la vida de Josafat. Descubra lo que esta historia nos dice sobre cómo Dios responde las oraciones de su pueblo y siempre nos da un camino a seguir.
Bosquejo del Sermón
En ocasiones, pareciera que enfrentamos un dilema tras otro. La buena noticia, es que Dios está al tanto, y siempre está disponible para ayudarnos. Hoy, el Dr. Stanley comparte ocho principios prácticos, haciendo uso de lo que sucedió con Josafat.
Pasaje clave: 2 Crónicas 20.1
Lecturas de apoyo: 2 Crónicas 19.3; 20.3, 4, 6, 12; Jeremías 32.17; Romanos 8.29
Ser cristianos no nos exenta de las dificultades. Sin embargo, Dios nos muestra cómo nos ayudará cada vez que enfrentemos algún problema.
► “Dios, quien nos ama incondicionalmente, nos ayudará a vencer las dificultades, pase lo que pase”.
Nuestros problemas pueden ser resueltos por medio de la oración. Por eso siempre debemos recordar estas ocho verdades:
1. Dios se interesa por nuestros problemas.
Como sabía que a Dios le importaba, el rey buscó de Él (2 Cr 20.3).
Esta realidad de Josafat también se aplica a nosotros.
2. Dios es más grande que nuestros problemas.
Tanto Josafat como Judá enfrentaban una destrucción (2 Cr 20.1).
Su situación nos enseña que cualquier problema que enfrentemos en nuestra vida puede ser resuelto por el Señor (Jer 32.17).
3. Nuestra primera respuesta debe ser buscar al Señor.
Lo primero que hizo Josafat fue consultar a Jehová (2 Cr 20.3). Lo hacía de manera cotidiana (2 Cr 19.3).
Buscar a Dios debe ser nuestra prioridad, mucho antes de que los problemas lleguen.
Cuando lo buscamos, nuestra mente se enfoca en el Señor y no en los problemas.
Al orar “Padre…”, le suplicamos a Dios que intervenga con su poder y su amor.
► “Somos edificados al observar cómo Dios obra en nuestra vida y en la de otros”.
4. Tal vez Dios involucre a otras personas.
Josafat sabía que la dificultad que enfrentaba iba a afectar a toda la nación (2 Cr 20.3, 4).
Situaciones que involucran a nuestra familia, iglesia o país, se benefician de oraciones grupales.
Recuerde que la respuesta del Señor a la oración de otros fortalece nuestra fe, y viceversa.
5. Dios nos dará la solución a nuestro problema, aunque esta no sea lo que esperábamos.
Quizás se demore para darnos su solución.
Su interés principal es nuestro crecimiento espiritual (Lea Ro 8.29).
Siempre nos mostrará la causa del problema.
6. Nuestras oraciones deben centrarse en Dios y no en el problema.
La oración de Josafat se enfocó en el poder de Dios, en las obras que realizó antes y en su amor (2 Cr 20.6, 12).
El Espíritu Santo restaura nuestra fe, para que no quede sepultada debajo de las dificultades.
El Señor usa los problemas que enfrentamos para transformarnos.
► “Si Dios le dice que haga algo de cierta manera, confíe en Él, y ya habrá obtenido la victoria”.
7. La solución de Dios por lo general requiere un acto de fe.
A Josafat se le dijo que la batalla era de Dios y no suya. Por fe, el rey envió a un coro delante del ejército para que alabara al Señor.
En ocasiones Dios nos pide que hagamos algo que parece imposible. Esto hace que nuestra fe crezca una vez que el problema es resuelto.
El Señor no nos guiará a la derrota. Él busca nuestra confianza.
8. La solución de Dios siempre es mejor.
Por nuestras limitaciones humanas, nunca podremos resolver los problemas tan bien como nuestro Dios omnipotente puede hacerlo.
Cada dificultad es una oportunidad para confiar más en Dios. Los problemas nos fortalecen más que los tiempos buenos.
Después de ver el sermón
Considere algún problema que esté enfrentando. ¿Cuál era su perspectiva antes y despues de escuchar este sermón?
Al enfrentar las dificultades, ¿le cuesta alabar a Dios? ¿De qué forma los puntos compartidos por el Dr. Stanley le ayudan a crecer en esa área?