El libro de Jueces describe un período sombrío de la historia de Israel, cuando “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21.25). Sin embargo, en medio de este panorama desalentador, hubo momentos de brillante esperanza, cuando una líder piadosa siguió a Dios y señaló el camino hacia Él. Débora fue una de esas luminarias: una profetisa, jueza y líder militar que usó su autoridad para servir tanto al Señor como a su pueblo.
Ilustración por Xoana Herrera
Contexto
Al inicio de Jueces, los israelitas se establecían en una nueva tierra e identidad, con la instrucción de mantenerse fieles. Sin embargo, los líderes se volvieron cada vez más corruptos, repitiendo el ciclo de pecado, consecuencia y arrepentimiento...
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Reflexione
Débora fue una profetisa y una líder muy respetada. Ella celebraba juicios bajo la palmera, decidía casos, hablaba como la voz de Dios y estaba al mando del ejército.
Los israelitas acudieron a Débora en busca de orientación espiritual, social, política y militar. De hecho, su general, Barac, se negó a ir a la batalla sin su presencia (Jueces 4.8). Cuando Débora decía que Dios deseaba algo, el pueblo lo creía. ¿Cuáles cree usted que serían algunas ventajas y desventajas de asumir tal responsabilidad? ¿Cómo influiría en su rol el hecho de ser mujer?
El texto no menciona hijos, pero Débora es llamada “madre en Israel” (Jueces 5.7). ¿Cómo puede un líder parecerse a un buen padre o madre? ¿Qué palabras del relato muestran cómo Débora cumplió este rol?
Los teólogos consideran que la historia de Débora se escribió para compararla con la de Moisés, mostrando que ambos eran líderes confiables para resolver disputas, hablar en nombre de Dios y enfrentar oposición. La Biblia destaca que ambos, al ver a sus enemigos derrotados por un río, cantaron un himno de victoria (Ex 15.1-18; Jue 5.1-31). Así, Jueces subraya que, incluso en tiempos oscuros, Dios obra a través de líderes piadosos. ¿Ha visto a un líder obediente a Dios buscarlo al enfrentar enemigos aterradores? ¿Cómo refleja esto la búsqueda de guía o protección divina, “como un padre o madre cuida a sus hijos” en la incertidumbre?
Continuación del estudio
La sabiduría dada por Dios y el liderazgo de Débora resultaron en cuatro décadas de paz para los israelitas (Jueces 5.31), colocándola en un marcado contraste con la mayoría de los otros jueces de ese período.
El resto de Jueces 4 relata una batalla espeluznante, pero bajo la autoridad de Débora, el ejército de Sísara fue derrotado. No solo se salvó Israel, sino que parece haber prosperado (Jueces 5.31). ¿Ha sido testigo de un liderazgo fuerte o débil? ¿Qué podría explicar la diferencia?
Tras la victoria, Débora y Barac cantaron un himno, recordando la batalla, honrando a Dios y reafirmando su compromiso de servirle. Comenzaron su cántico celebrando que el pueblo se había “ofrecido voluntariamente” (Jueces 5.2). ¿Cuándo ha ofrecido usted su vida y talentos al servicio a Dios? ¿Cómo puede hacerlo hoy?
Reflexione
El último capítulo de Proverbios describe varias tareas que una mujer piadosa podría cumplir. Vemos a Débora, como “la mujer de Proverbios 31”, usando sus dones y talentos dados por Dios para liderar y servir. Y ella es reconocida por sus victorias.
Al reflexionar sobre los dones y talentos espirituales que posee, observe cómo Débora aprovechó al máximo los suyos. A pesar de las difíciles circunstancias, no dudó en obedecer a Dios. Con su sabiduría, valentía y habilidades de liderazgo y justicia, perseveró en su misión de cuidar a su pueblo, y creo un entorno propicio para que prosperaran.