La salvación es la presencia de Dios viviendo dentro de nosotros; no se obtiene por obras ni por lo que hacemos. Y a veces pensamos que tenemos que comportarnos de cierta manera para ser salvos. En este mensaje, el Dr. Stanley explica cómo el poder de Cristo en nosotros es lo único que necesitamos para que nuestras vidas reflejen la bondad de Dios.